Hace 14 años, en 1999 llegué a este estudio. Coincidió con una época en la que estaba algo aburrida profesionalmente porque ya sabía cómo acabarían siendo los cuadros antes de empezarlos. Me recomendaban que siguiera con el estilo «masas» porque ya había empezado a hacer exposiciones en algunas galerías como La Nave 10 que estaba en la Calle de La Nave. Pero había perdido esa emoción de hacer algo nuevo y arriesgado que me sorprendiera, así es que retomé el asunto de los paisajes con arquitectura, en este campo me había quedado mucho por investigar. Fue un cambio radical ya que pasé de los cuadros de reuniones masivas nocturnas, oscuros y barrocos, a los paisajes blancos y desiertos. De las multitudes a la soledad, de la noche al día. Todo surgió de aquel lienzo blanco. En realidad estaba mal preparado y se había caído la pintura por el centro. Yo lo veía desde aquí lejos y pensé “ese agujero parece un lago!”, mira como las cosas salen a veces de una manera absurda, de un accidente o de un error!
Anna Sanchis,
sanchisanna@ono.com
www.myspace.com/annasanchis_jocs
ESTUDIO: C/ Pintor Gisbert 5, bajo derecha – 46006 Valencia
BARBARA: TUS EXPERIENCIAS ACADÉMICAS.
Hice Bellas Artes (1985/86 a 1989/90) y estudié en varias academias de pintura y dibujo desde pequeña. Aprendí mucho haciendo dibujo del natural en el Círculo de Bellas Artes de Valencia. En 1991 asistí a un curso de 500 horas de diseño asistido por ordenador (AutoCAD) impartido por la Universidad Politécnica en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura.
BARBARA: HÁBLAME DE TUS OBRAS ¿DE DONDE VIENE TODO ESTO?
De niña me gustaban los juegos de construcciones, para mi eran una pasión y me pasaba horas jugando. Además de la hacer las casas me gustaba imaginar que entraba en ellas, las habitaba, las llenaba de muñequitos…Al único concurso que me he presentado en la vida se llamaba “El niño arquitecto”, lo gané a los 7 años. El premio era una caja de Lego. Y en ello sigo…
Cuando estaba acabando la carrera pintaba paisajes con pequeños edificios. Mi marido es arquitecto y recuerdo que me enseñaba libros y revistas en los que aparecían los dibujos de Aldo Rossi ( un arquitecto neoracionalista). Eran muy sencillos, infantiles y alegres. Empecé a incluir ese tipo de edificios en los paisajes al óleo.
Al mismo tiempo hacía dibujos y pinturas de multitudes y coreografías de masas: visiones cenitales de gente en los bares de Russafa, aglomeraciones nocturnas, gente celebrando la nit de Sant Joan con hogueras en la playa…Reuniones que en cualquier momento podían pasar de la fiesta al motín. Unía el paisaje, los edificios y la figura humana…. La arquitectura, siempre presente, fue pasando de motivo principal a fondo que rodeaba a las personas.
Hace 14 años, en 1999 llegué a este estudio. Coincidió con una época en la que estaba algo aburrida profesionalmente porque ya sabía cómo acabarían siendo los cuadros antes de empezarlos. Me recomendaban que siguiera con el estilo «masas» porque ya había empezado a hacer exposiciones en algunas galerías como La Nave 10 que estaba en la Calle de La Nave. Pero había perdido esa emoción de hacer algo nuevo y arriesgado que me sorprendiera, así es que retomé el asunto de los paisajes con arquitectura, en este campo me había quedado mucho por investigar. Fue un cambio radical ya que pasé de los cuadros de reuniones masivas nocturnas, oscuros y barrocos, a los paisajes blancos y desiertos. De las multitudes a la soledad, de la noche al día. Todo surgió de aquel lienzo blanco. En realidad estaba mal preparado y se había caído la pintura por el centro. Yo lo veía desde aquí lejos y pensé “ese agujero parece un lago!”, mira como las cosas salen a veces de una manera absurda, de un accidente o de un error! Claro que hay que estar allí al acecho para cazarlo y desarrollarlo…Para que el agujero tuviera la escala adecuada de un lago ( y no la de un charco por ejemplo) pinté algunas casitas alrededor. La luz natural entraba por esta clarabolla, justo arriba. Como el cuadro tenía algo de textura y la luz llegaba rasante, el volumen se marcaba mucho. Pensé entonces en aumentar ese volumen para exagerar las sombras proyectadas. Investigué, hice muchas pruebas para dar tridimensionalidad a los edificios y que parecieran vistos desde el cielo. Creé estos módulos inclinados porque desde lo alto se ven las fachadas y los tejados de la casas a la vez.
BARBARA: ¿QUE MATERIAL USABAS?
Empecé a dar volumen con arcilla, hacía los módulos de casitas con este material. Los pegaba sobre el paisaje y luego los pintaba de blanco por delante. Lo del color reflejado salió de este cuadro de la huerta de Valencia con grupitos de casas en relieve. Yo veía que, cuando estaba iluminado desde arriba, a una de las casitas le salía por detrás una luz, un reflejo rojizo que rebotaba en la parte trasera y coloreaba el edificio de detrás. Era el color del barro que se reflejaba porque por ahí no las había pintado de blanco. Pensé que podía pintar con otros colores la trasera de las casas. Así empezó lo de las luces coloreadas y reflejadas.
Más tarde trabajé con luz ultravioleta y pintura fluorescente e hice la serie de paisajes nocturnos. Por otra parte empecé a preguntarme cómo podía pegar los módulos directamente en una pared blanca, cambiándolos de sitio antes de obtener una composición definitiva. Se me ocurrió poner imanes a las casitas y chapar la pared de acero blanco. De ahí salió toda la historia de los cuadros móviles e interactivos. Cada uno puede distribuir las piezas imantadas a su gusto, jugar con ellas, cambiar el cuadro cuantas veces quiera, pasando de ser espectador a actor de la obra. Es una invitación a la participación y una forma de introducir el movimiento y el cambio continuos.
BARBARA: LOS EDIFICIOS POCO A POCO HAN TOMADO FORMA, UN VOLUMEN …
Claro, vas haciendo pruebas, investigando siempre, vas aprendiendo técnicas nuevas. Fíjate que al principio hacía las casitas con arcilla, una a una. Ahora hago el original con arcilla, luego hago los moldes de silicona y reproduzco las piezas con escayola cerámica. Así ahorro mucho tiempo que dedico a componer como si fueran piezas de mosaico. Las tengo todas guardadas y ordenadas por formas y tamaños …La de trabajo que me da poder seguir jugando al lego!
BARBARA: ¿POR QUE EL COLOR BLANCO?
Pues, más que nada porque el volumen está más definido con el blanco y negro. También porque la luz coloreada y reflejada es muy sutil y se ve mejor cuando rebota sobre una superficie blanca.
BARBARA: TODO CAMBIA DEPENDIENDO DE LA LUZ….
Si claro, incluso pueden estar sin luz artificial, basta con algo de luz natural que además hace cambiar el cuadro a lo largo del día. Tampoco tiene por qué iluminarse siempre desde arriba, se crean efectos distintos según de dónde provenga luz. A mí me gusta reforzarlo con la luz artificial rasante para sacar el máximo efecto, luego siempre se puede ir suavizando.
BARBARA: ¿COMO SE LLAMA ESTA OBRA?
Se llama ”Port” («Puerto»). Siempre que he visto circuitos eléctricos me han parecidos ciudades. Voy recogiéndolos de televisores, de ordenadores…Luego lo separo todo, lo organizo, lo guardo y lo utilizo como hago con los módulos de casas. Siempre que veía estos circuitos me quedaba mirándolos mucho rato, parece que los puedes recorrer. Me apetecía mucho pasar esta sensación a un cuadro, compartir esa experiencia de atravesar una ciudad laberíntica en miniatura…Pero no se trataba de pegar un circuito y ya está. Quería integrarlo y que quedase bien. También me permite introducir notas de color. Mira estas piezas, las resistencias, estos colores…..son tan bonitas! También hago colgantes con ellas.
Estas otras obras pertenecen a la serie de «Empremtes» o ¨Records» («Huellas» o «Recuerdos»). Cuando pinto los edificios o las personas con espray en la superficie gris del fondo queda una huella. Aprovecho que tengo que pintar las piezas (casas o figuras humanas) de blanco y las coloco pensando en la composición final. Las pinto, las voy quitando, le vuelvo a dar al espray. Cuando están secas las retiro todas y queda esto. Son las huellas de los edificios, de la naturaleza, de cultivos o de gente que ha ido desapareciendo y que vale la pena recordar.
BARBARA: ¿QUE REPRESENTA ESTA OBRA? (“Records urbans”)
Pueden ser muchas cosas: la niebla, lo que tiene la ciudad de misterioso. Representa todo lo que queda cuando quitas la arquitectura, todo lo que algunos urbanistas y algunos políticos pretenden en vano controlar, todo lo que no se deja especular ni encauzar ni limpiar ni higienizar… la vida, vamos. Las pequeñas historias de cada uno, los encuentros amorosos, los recorridos y las ocupaciones, los conflictos, las luchas, las fiestas, los desacatos…
Esta otra obra es “Records rurals”. Son huellas o recuerdos de la Huerta de Valencia. Todo lo que he hecho en cuanto a paisaje son representaciones de los alrededores de mi ciudad, de su huerta y de su litoral. Al principio representaba grandes extensiones de cultivo con edificios pequeños, paisajes blancos y espectrales como fantasmas de otra época. Luego empezó el boom de la construcción a lo bestia (que ya venía de lejos). Se empezaron a cargar la huerta, las playas, el paisaje. Todo por la locura ésa de especular y forrarse construyendo a lo ancho, a lo largo y a lo alto (¡con muy mal gusto por cierto!)
Mis paisajes han ido cambiando al mismo ritmo que cambiaba el paisaje representado. Los pequeños edificios se fueron convirtiendo en torres cada vez más altas. El cuadro «L´Horta s´aplana» del 2002 (no se puede traducir porque alude a alguien que no se cortaba en decir que se metió en política para forrarse) creo que fue el primero de la serie de denuncia.
BARBARA: ¿ESTOS CUADROS?
Esa es la época de las multitudes y de los bares. Lo que te comentaba, la época en la que dibujaba figuras y al fondo, por las ventanas, se veían los edificios. Si te fijas, en estos dibujos, las personas no tienen pertenencias (todo lo más una cerveza en la mano). Tampoco hay apenas referencias a alguna época concreta. Son pura relación. Tienen los ojos cerrados, están como adormilados, pero hay una tensión (no sólo sexual) de fondo. Algo que parece a punto de estallar. Esto es la noche de Russafa que vengo interpretando desde hace más de 20 años. Siempre me ha interesado lo que veo alrededor, por eso de ir de lo local a lo universal….
Estos otros dibujos con fondo negro también representan las calles de Russafa con sus bares, sus mercadillos. También aparece el parque de Manuel Granero que por cierto se libró de desaparecer gracias a la presión social del barrio y a la organización de la “Plataforma per Russafa”. También se consiguió el colegio público que por fin se está construyendo. Estos son locales que llevaban comerciantes y restauradores chinos, árabes. Ahora van quedando menos y es una pena porque revitalizaron el barrio cuando aquí se dejaba que Russafa se degradase para espantar a los abuelos de toda la vida y a los trabajadores. En fin, son las cosas de la gentrificación.
Otra serie que vengo haciendo desde hace muchos años es la de «niños imaginando». Me encanta esa capacidad de vivir como cierto todo lo que imaginan mientras juegan. Hago esfuerzos para no perderla del todo.
BARBARA: HAY UN DE CHIRICO!
Me encanta ese artista! También el Bosco me ha influido mucho.
BARBARA: ¿ESTOS HOMBRES?
El primero está saliendo de la pared, los otros van trepando. Aquí hay una pareja, uno de ellos ayuda al otro a subir. Éste sin embargo pisa la cabeza de su compañero para llegar más arriba…Son diferentes maneras de trepar en la vida. El de más arriba se mete otra vez en la pared.
Allí están los voladores, figuras desnudas que vuelan solas o en grupo (como los de esta lámpara).
BARBARA: ¿FORMA PARTE DE UNA COMPOSICIÓN?
Es una serie, los hago con moldes. Son 12 figuras escalando. Se cuelgan con un ganchito y se adaptan a cualquier pared ..hay gente que se lleva uno, tres, o todos….y los compone en su pared como quiere.
Hay una equivalencia entre las casas y las figuras humanas, supongo que para mí es lo mismo, son volúmenes y la relación entre ellos, la relación entre una persona y otra o entre grupos más o menos grandes de personas. Para que se produzca el efecto de luz coloreada tiene que haber más de uno. Se reflejan los unos en los otros.
Este mural de 2 m x 3 m de piezas móviles con imán sobre plancha de acero se titula «El Cabanyal», otra burrada que se pretende hacer en Valencia. El Cabanyal es un barrio marinero junto al Puerto. Hay un proyecto pendiente que consiste en prolongar la Avenida de Blasco Ibáñez para que llegue directamente al mar partiendo en dos el barrio. Quería destacar la trama horizontal paralela al mar. Está en plena degradación. Los vecinos, totalmente abandonados, son presionados para que abandonen su resistencia y la especulación campe otra vez a sus anchas.
BARBARA: ¿COMO TE RELACIONAS CON LO ARTISTICO AQUÍ EN VALENCIA?
He expuesto individualmente en galerías como «Nave 10», «Rosalía Sender», en el aula CAM la Llotgeta y he participado en más de 20 colectivas. He participado en las tres ediciones de Russafart, he hecho unas 17 exposiciones individuales en locales públicos (creo que un bar es un lugar perfecto y accesible para exponer). Tengo mucha obra expuesta en el estudio y la gente (aficionados, críticos, periodistas, estudiantes….) viene aquí a ver mi trabajo conociendo de paso todo el proceso de creación. La entrada es libre.
Barbara Bacconi,
Marzo 2013
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